La chica de al lado de Jack Ketchum está basada en una historia real, concretamente la historia de Sylvia Likens. Se trata del caso de abuso físico más terrible de Indiana en los años 60, tanto que los propios policías que llevaron el caso pidieron colocar una estatua con la foto de Sylvia en su honor.
Antes de empezar a leer el libro hay que tener en cuenta que la historia es dura y que muchas de las escenas que se describen fueron reales. Abre las puertas a una nueva forma de definir la literatura de terror, totalmente diferente al tipo de terror de Stephen King, pero igual de bueno.
El libro La chica de al lado, escrito originalmente en 1989, cuenta la historia de Meg, de 14 años (Sylvia Likens en la historia real) y Susane, su hermana pequeña. Las dos llegan al pueblo de Indianápolis en verano de 1965 a vivir en la casa de su tía Ruth y de sus tres primos, los únicos familiares vivos que les quedan. Allí también conocen a David, el vecino de la casa de al lado, quien treinta años más tarde cuenta toda la historia, cómo la vivió y todo lo que sucedió en esos meses.
A lo largo de la historia se va viendo cómo evoluciona la ira de los personajes y Meg va sufriendo en sus propias carnes todo tipo de torturas: inhibición de comida y agua, palizas en grupo, baños en agua hirviendo, violaciones, tatuajes en el vientre con una aguja al rojo vivo, quemaduras internas…
Una historia dura, tan cruel que a veces no te crees que algo parecido lo vivió una niña de verdad.
¿Te atreverías a pasar por su historia?